Toxoplasmosis y embarazo
La toxoplasmosis es una infección inocua en el adulto, que generalmente es asintomática, pero si la madre se contagia durante el embarazo 🤰🏻 , puede afectar al feto.
El riesgo de infección fetal está relacionado con el momento en que ocurre la infección materna. Se calcula que el riesgo de infección alcanza el 15, 30 y 60% según tenga lugar en el primero, segundo y tercer trimestre de gestación respectivamente.
¿Cuales son los síntomas?
La infección en la embarazada se caracteriza por la aparición de cansancio y fiebre, acompañadas de ganglios linfáticos inflamados y dolor de garganta.
¿Cómo se diagnostica?
El ginecólogo o partera 👩🏻⚕️ que realice el seguimiento de tu embarazo te pedirá exámenes específicos para toxoplasmosis al principio del embarazo. El resultado te dirá si ya padeciste esta infección previamente o no. En el caso de que el resultado informe que ya la padeciste no hay problema alguno. Estás inmunizada! Si por el contrario nunca padeciste esta infección significa que no estás inmunizada y deberás tomar algunos recaudos para no contagiarte durante el embarazo 🤰🏻
¿Cómo evitamos contagiarnos de toxoplasmosis?
Lávate siempre las manos después de haber manipulado carne cruda, evitar la ingesta de carne poco cocida, el contacto con excreciones 💩 de anímales de reservorio del parásito (gatos, conejos, gallinas, palomas), asegúrate de lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas y colócate guantes si vas a realizar trabajos de jardinería.
Es muy importante concurrir al control prenatal y realizarte todos los exámenes que se te indiquen. ¡Si nos contagiamos y lo diagnosticamos a tiempo, hay tratamiento!