¿Qué es la inducción al trabajo de parto?

La inducción al trabajo de parto significa provocar el parto utilizando una serie de procedimientos para provocar las contracciones uterinas necesarias para iniciar el trabajo de parto.

Lo ideal es que el trabajo de parto comience de forma natural entre las 37 y 41 semanas de gestación. Pero hay ocasiones en donde puede ser necesario inducir el parto artificialmente debido a diferentes motivos:

  • El embarazo llegó a término (41 semanas) y no se ha desencadenado el trabajo de parto.
  • Se produjo una rotura espontánea de membranas y no ha iniciado el trabajo de parto en las siguientes 12 horas.
  • Cuando hay un riesgo en la salud de la madre o del bebé, donde se deberá evaluar riesgo/beneficio de la continuidad o no del embarazo.

¿Cómo se induce un parto?

El método que se elegirá para provocar el inicio del trabajo de parto variará según el motivo por el que se haya decidido hacer la inducción y por la maduración del cuello del útero (ablandamiento, borramiento y dilatación)

Los métodos más utilizados son los farmacológicos como la oxitocina o prostaglandinas. También contamos con métodos naturales (relajación, estimulación del pezón, relaciones sexuales, baile, etc) y métodos mecánicos (utilización de sondas y la maniobra de Hamilton o despegamiento de membranas).

Acerca de esto, te dejo un Tip para ti y tu acompañante:

Escribe en tu Plan de Parto si permites o no esta intervención (si así lo deseas, ¡claro!).

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